La torre de la iglesia del Salvador de Teruel pertenece al mudéjar aragonés declarado en 1986 como Patrimonio de la Humanidad, siendo, junto al resto de elementos del conjunto mudéjar turolense los primeros monumentos mudéjares aragoneses en recibir este reconocimiento.
Se levanta sobre la calle del Salvador, la cual discurre bajo la propia torre, utilizando el arco apuntado sobre el que se apoya, y que permite que estos lados queden libres de edificios anexos, a diferencia del resto de la base, que se encajona entre viviendas.
Se levanta sobre la calle del Salvador, la cual discurre bajo la propia torre, utilizando el arco apuntado sobre el que se apoya, y que permite que estos lados queden libres de edificios anexos, a diferencia del resto de la base, que se encajona entre viviendas.
Cuando se construyeron las torres, la ciudad de Teruel se
encontraba en uno de los momentos de mayor apogeo de su historia. No hacia
mucho que había sido fundada por Alfonso II (año 1171) recibiendo unos fueros
especiales para asentar la población en la frontera con la España musulmana.
La conquista de Valencia en el 1238 abrió un periodo de esplendor económico en el que floreció la arquitectura mudéjar turolense. De ahí que las torres sirvieran también como atalayas de vigilancia en las cercanías de las puertas de la muralla de la villa. Todo aquel que entrara en Teruel por la desaparecida puerta de Gudalaviar, una de las más importantes de la ciudad, debía pasar bajo la impresionante mole de esta torre, teniendo, pues, una clara función de control de dicha entrada.
De la antigua construcción medieval de la Parroquia de El
Salvador tan sólo se ha conservado esta torre mudéjar, ya que la iglesia actual
fue edificada de nuevo en estilo barroco, tras hundirse la primitiva el 24 de
mayo de 1677.
El arte mudéjar ha sido definido como la pervivencia y desarrollo de la tradición artística del islam en la España cristiana. Como tal, el mudéjar turolense hereda del comportamiento estético musulman, por un lado, su capacidad para mantenerse fiel a la tradición que impide desasimilaciones culturales, y, por otro lado, su versatilidad que le permite asimilar e integrar nuevos elementos formales.
La torre de El Salvador no se halla datada documentalmente,
aunque por sus características, muy similares a la de San Martín
(1315-16), se le asigna la misma cronología. En todo caso estas fechas
concuerdan con la noticia, publicada por Alberto López Polo, según la cual el
11 de abril de 1277, el obispo de Zaragoza, don Pedro Garcés, autorizaba al
racionero de la parroquia de El Salvador, mosén Pedro Navarrete, a obtener
fondos en toda la diócesis para destinarlos a la obra de la iglesia y
campanario de la misma. Una inscripción sobre la piedra sillar que refuerza la
base de la torre nos informa de que esta obra de consolidación fue realizada en
el año 1650.
La torre ha sido restaurada varias veces en el siglo XX. En la restauración de 1958 se realizó la bóveda de ocho lados que actualmente la cubre, tratando de reproducir la forma de la que en su momento pudo existir y que, debido a los empujes, pudo ser la causa de la ruina del cuerpo de campanas. La última restauración corrió a cargo de los arquitectos Antonio Pérez y José María Sanz. La torre restaurada se inaugura el 23 de abril de 1993; el 1 de junio del mismo año pasa a ser la primera torre mudéjar visitable de la ciudad.
Esta torre es la más reciente de todas las turolenses si no
tenemos en cuenta la desaparecida y efímera torre de San Juan, conocida como
"la fermosa", construida en 1343-44 y destruida, ya en 1366, con
motivo de la ocupación de la ciudad por las tropas castellanas durante la
guerra entre Pedro I de Castilla y Pedro IV de Aragón.
La torre imita la estructura del minarete almohade con dos torres cuadradas concéntricas, la exterior de ladrillo y la interior de mampostería de yeso, quedando entre ambas las escaleras. con la torre interior dividida en tres estancias en altura, cubiertas, una con bóveda de crucería y otras dos con cañón apuntado. Esta disposición va coronada en lo alto por el cuerpo de campanas. Para el ascenso se deben salvar 122 escalones, en las paredes enyesadas se pueden observar inscripciones de la época de la construcción.
La torre exterior está profusamente decorada con una clara estética musulmana, con grandes paños ornamentales en ladrillo resaltado paños de arcos mixtilíneos entrecruzados prolongados en sebka, la cerámica vidriada en colores verdes y blancos y los paños de lazos de cuatro formando estrellas de ocho puntas y cruces, todos de grandes proporciones.
La parte inferior se decora con frisos de esquinillas. En la zona media, entre los vanos, se disponen bandas dobladas en zig-zag. La parte superior destaca por la aplicación de cerámica en tonos verdes y blancos que forman estrellas de ocho puntas. Otro elemento distintivo de la parte superior son los dos cuerpos de vanos con admirables ventanas geminadas. La diferencia que más la caracteriza es la decoración de arcos lobulados entrecruzados.
La torre imita la estructura del minarete almohade con dos torres cuadradas concéntricas, la exterior de ladrillo y la interior de mampostería de yeso, quedando entre ambas las escaleras. con la torre interior dividida en tres estancias en altura, cubiertas, una con bóveda de crucería y otras dos con cañón apuntado. Esta disposición va coronada en lo alto por el cuerpo de campanas. Para el ascenso se deben salvar 122 escalones, en las paredes enyesadas se pueden observar inscripciones de la época de la construcción.
La torre exterior está profusamente decorada con una clara estética musulmana, con grandes paños ornamentales en ladrillo resaltado paños de arcos mixtilíneos entrecruzados prolongados en sebka, la cerámica vidriada en colores verdes y blancos y los paños de lazos de cuatro formando estrellas de ocho puntas y cruces, todos de grandes proporciones.
La parte inferior se decora con frisos de esquinillas. En la zona media, entre los vanos, se disponen bandas dobladas en zig-zag. La parte superior destaca por la aplicación de cerámica en tonos verdes y blancos que forman estrellas de ocho puntas. Otro elemento distintivo de la parte superior son los dos cuerpos de vanos con admirables ventanas geminadas. La diferencia que más la caracteriza es la decoración de arcos lobulados entrecruzados.
Por lo demás, la cerámica aplicada sigue la
tendencia formal ya presente en la torre de San Martín, es decir, una mayor
variedad de piezas, menor formato de las mismas y más amplia gama de colorido.
Con todos estos elementos formales se logran efectos de falta de peso y de
movilidad luminosa, que son pervivencia de la estética islámica en la
arquitectura mudéjar.
Tras esa exuberante decoración, la torre interior realizada en mortero de yeso, se divide en tres estancias superpuestas que han sido dispuestas para la visita turística y albergan el Centro de Interpretación de la Arquitectura Mudéjar Turolense, (en las dos primeras se pueden ver unos paneles explicativos sobre el mudéjar y en la tercera, sobre la restauración de la torre). Las escaleras desembocan en un cuerpo de campanas según los modelos cristianos, ajeno a la estructura del alminar, desde el cual se aprecian magnificas vistas.
El arco de la parte baja, que da paso a la calle, no cierra con bóveda de cañón apuntado, como en las otras torres, sino con bóveda de crucería sencilla.
Cifras y fechas
Planta rectangular de 9,20 metros en la base y 8,90 X 7,90 en la parte alta. Por ello es ligeramente troncopiramidal.
Hasta el punto más
alto de las almenas, mide 40 metros.
Hasta el nivel del suelo de campanas hay que subir 122 escalones, y esta a 27,30 metros de altura desde el nivel de la calle.
Hasta el nivel del suelo de campanas hay que subir 122 escalones, y esta a 27,30 metros de altura desde el nivel de la calle.
Las almenas tienen 2 metros de altura.
Toda la torre esta realizada con
ladrillo y yeso. Se emplearon unos 260.000 ladrillos de 30 X 15 X 5 cms. Tiene
en total unas 650 hiladas de ladrillo.
Según Antonio Almagro, tanto la torre de
El Salvador como la de San Martin, se construyerón en un año, a razón de un
metro y medio a dos metros por semana.
A partir del cuerpo de campanas ya no
existe la torre interior y el muro de la exterior es de 75 cm.de espesor, es
decir 15 cm. mas ancha que en la parte baja.
La construcción original data de
los siglos XIII-XIV
La superposición del cuerpo de campanas provocó problemas
estructurales en el conjunto, que fueron solucionados en 1650 con un realce de
piedra en la base y la supresión de la bóveda de cubierta. Esta se rehizo en 1953
con hormigón ligero.
En 1964 el
arquitecto José María Galán introduce una nueva estructura metálica de campanas
que invade el espacio interior, retirada en una intervención posterior.
La
iglesia anexa del Salvador se hundió en 1677 y fue sustituída por otra barroca
a finales del Siglo XVII .
En 1929, Ricardo García Gereta redactó un proyecto de
restauración que no llegó a ejecutarse.
En la restauración de 1958 se realizó la
bóveda de ocho lados que actualmente la cubre, tratando de reproducir la forma
de la que en su momento pudo existir y que, debido a los empujes, pudo ser la
causa de la ruina del cuerpo de campanas.
La torre fue restaurada entre 1990 y
1993 restaurada por el Gobierno de Aragón, que invirtió en los trabajos un
total de 1.057.875 euros. Se consiguio recuperar el esplendor original de la
edificación y posibilitar las visitas al interior. El proyecto de restauración
es fruto de la declaración de la torre como Patrimonio Mundial por la UNESCO y
fue redactado por los arquitectos Antonio Pérez Sánchez y José María Saz.
La
Torre de la Iglesia de San Salvador fue declarada Monumento Nacional mediante
mediante Orden de 10 de marzo de 1911 del Ministerio de Instrucción Pública y
Bellas Artes, publicada en la Gaceta de Madrid el 19 de marzo de 1911.
Declarada
Bien de Interés Cultural por Orden de 10 de mayo de 2004, del Departamento de
Educación, Cultura y Deporte, por la que se completa la declaración originaria
de Bien de Interés Cultural de la Torre de la Iglesia de San Salvador en
Teruel, conforme a la Disposición Transitoria Primera de la Ley 3/1999, de 10
de marzo, de Patrimonio Cultural Aragonés.
El 28 de noviembre de 1986 la UNESCO
incluye la Arquitectura Mudéjar de Teruel en la Lista del Patrimonio Mundial,
figurando en ella cuatro de sus monumentos más importantes: la torre, la
techumbre y el cimborrio de la Catedral de Santa María de Mediavilla; la torre
y la iglesia de San Pedro; la torre de la iglesia del Salvador y la torre de la
iglesia de San Martín.
Como llegar
Coordenadas localización GPS:
40º 20' 31.31'' N
1º 06' 29,01'' O
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Agradecimientos: Teruel Mudéjar
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