Hay un dicho popular por estas tierras que así lo corrobora: "A Teruel viene uno llorando, pero se marcha llorando".
Ese es el sentimiento que deja nuestra pequeña ciudad a todos los que por una u otra razón, ya sea de índole laboral o personal acaban residiendo aquí.
Vienen llorando, preguntándose si Teruel existe, y cómo sera ese pequeño lugar del interior, que siempre es noticia por sus bajas temperaturas y su frío.
Después descubren el calor y la hospitalidad de sus gentes, la tranquilidad del día a día, y, cuando pasado un tiempo, deben abandonarnos, efectivamente se marchan llorando.
Con este blog quiero daros a conocer por completo Teruel y me gustaría que para ello también me ayudaráis vosotr@s.
Bienvenid@s!!!